Desde pequeños, la música nos acompaña en nuestra vida y nos ayuda desde el principio a formar una personalidad y a crecer nuestra mente, creatividad e imaginación.
Por ejemplo:
Cuando los niños se inventan palabras para adaptarlas a una música conocida.
Los padres, para hablar a sus hijos cuando son bebés, adaptan la voz para hacerla más musical.
Así resulta una buena forma de llamar su atención y aprender con mas facilidad.
Otra situación sería la de cantarle un tipo de música dependiendo del momento del día, como puede ser la noche, con una canción de cuna. En este caso utilizarían un tono diferente y una melodía más suave y tranquila.
La música les ayuda a mostrar sus sentimientos en cada situación, es decir, cuando una canción les gusta o les interesa, su atención se centra principalmente en ella, causandoles alegría o tristeza.
Los padres o maestros suelen enseñar a los niños, canciones pegadizas, con un ritmo que llame más la atención y a la vez sean educativas. Para que aprendan situaciones de la vida, objetos, números, letras...
Se puede obtener:
-Capacidad para leer, escribir, hablar.
-Capacidad de repetir.
-Capacidad de coordinarnos, de movernos y seguir un ritmo.
-Capacidad de conocer nuestros propios gustos y distinguirlos.
-Hacer amigos, sentirse cómodo...
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